En
noviembre nos la pasamos en cine y estos son tres de los estrenos que vimos y que
nos gustaría recomendarles: Biophilia Live, Interstellar y Los Juegos del
Hambre Mockingjay.
Bjork-Biophilia Live
Los
días 11 y 12 de noviembre, Bogotá y Cali fueron las dos ciudades en Colombia
que, gracias a Procinal, tuvieron la oportunidad, o en este caso, el
privilegio, de contar con salas de cine proyectando Biophilia Live. Se trata de
la película/concierto que captura la presentación en vivo que la cantante Bjork
y su banda ofrecieran en el Alexandra Palace de Londres, como cierre a la gira
promocional de su proyecto multimedia Biophilia. La cinta es toda una
experiencia audiovisual en la que cada uno de los sentidos se nutre del
alimento musical enriquecido en imágenes que ofrece Bjork, de la mano de los
realizadores Nick Fenton y Peter Strickland.
En
Biophilia Live, música y arte visual resultan impresionantes y estimulantes. No
en vano el lema del proyecto es “escuchar, aprender, explorar”. En estas tres
tareas se sumerge el espectador mientras se estremece ante la interpretación de
Bjork de cada uno de los temas del álbum Biophilia y de algunos de sus más
grandes éxitos como Hidden Place, Isobel, One day y Possibly maybe.
Durante
el concierto, Bjork aparece ataviada como una especie de madre tierra (traje
medusa, peluca lava de volcán, zapatos placas tectónicas). La islandesa es la
maestra de un ritual en el que naturaleza y tecnología se juntan para que todo
aquel que se involucre en Biophilia, se reconozca, a través de la música, como
un puente entre lo cósmico y lo microscópico. Se destaca el acompañamiento del
coro femenino que le otorga a la voz de Bjork un carácter épico, y el de sus
músicos, que se pasean durante la gala por instrumentos tradicionales, digitales
y otros inclasificables fabricados especialmente para Biophilia.
Al
salir de la sala de cine sentimos que acabábamos de atestiguar el registro
fílmico de uno de los sucesos musicales más interesantes del siglo XXI; una
revolución orgánica, artística y tecnológica que sólo podía ser llevada a cabo
con semejante potencia sensorial, por esa criatura generosa, emocionante e
innovadora que es Bjork.
Interstellar
Nos
sobraban razones para ir a ver Interstellar en cine. Primero, Christopher
Nolan, su director, quien con cintas como La trilogía de Batman e Inception en
su haber, garantiza que uno pagará una boleta para ver algo, al menos,
interesante. Luego estaban sus protagonistas, Matthew
McConaughey, Anne Hathaway y Jessica Chastain; él, que viene
de ganar un Oscar por su protagónico en Dallas Buyers Club, y ellas, multipremiadas
y multinominadas por sus actuaciones en cintas como Los miserables (Anne) o El
árbol de la vida (Jessica). Por último, el tráiler sólo daba luces de que Nolan
venía dispuesto a sacarla del estadio, con la historia de un grupo de astronautas
en busca de un planeta para mudar a la humanidad de la tierra, tras devastarla.
Luego
de ver la película, Nolan y su combo nos demostraron que la expresión “sacarla
del estadio” se queda corta para describir lo que es Interstellar, un cinta en
la que este director lleva al cine a donde nunca antes otro director lo hubiera
hecho, literalmente, otra dimensión. Con
esta cinta Christopher demuestra que el cine comercial puede y seguirá contando
historias de gran calidad, formato y profundidad, lo cual es, en últimas, lo
que un amante del cine en verdad agradece.
Interstellar
es tan sorprendente e imaginativa como Inception, tan cargada de significados sobre
el carácter del ser humano como El caballero de la noche, tan bien estructurada
como la célebre Memento y con una serie de plus que la hacen única en la
carrera de Nolan. Por ejemplo, ese look vintage y a la vez futurista que logra
con la puesta en escena; la narrativa refinada y efectiva que reparte entre la
tierra y el espacio exterior, entre el pasado y el futuro, entre esta dimensión
y todas las demás posibles, para mostrarnos una historia jamás contada, sin que
resulte demasiado extraña o inverosímil.
A la
Julio Verne, Nolan lleva a cabo un ejercicio de predicción y elaboración del
futuro, para, al mismo tiempo, presentar un ensayo acerca de cuestiones humanas
y profundas, el sentido de supervivencia, los alcances del individualismo y el
amor como nuestro grande e inexplicable motor y fortaleza.
Larga
vida a Nolan, para que siga dándole tan buena vida al séptimo arte, sentando
precedentes como Interstellar. Que otros cineastas sepan lo mucho que deben mejorar
su juego si quieren equipárse a Nolan al momento de ofrecer historias llenas de novedad
y gran ejecución.
Los juegos del Hambre Mockingjay Parte I
Para empezar debemos confesar algo. Hasta hace poco no teníamos esta saga dentro de nuestra lista de deberes cinematográficos, por considerarla otra más del montón de piezas de cine, sobre todo de las basadas en best sellers, que no eran más que un rato para comer crispetas. Sin embargo, y luego de ver por casualidad la primera parte (online, por supuesto), la historia y definitivamente, la cara de Jennifer Lawrence, cerraron el trato para que nos engancháramos a esta saga. Pronto nos vimos pidiéndole a internet que nos permitiera ponernos al día con la segunda parte y estar preparados para la última entrega, Los Juegos del Hambre, Mockingjay.
Valío
la pena montarse en este bus (justo a tiempo), ya que esta primera parte de Mockingjay
supera en muchos sentidos a los Juegos del Hambre y Juegos del Hambre Catching
Fire. Lo anterior, debido al nivel de intensidad que alcanza la historia, es
decir, finalmente Katniss Everdeen acepta ser el símbolo de la revolución que busca derrocar
al Capitolio y la fundación de un nuevo Panem. Intensidad que se refleja no
sólo en las escenas en las que vemos cómo se va armando y fortaleciendo esta
revolución, distrito por distrito, sino por los retos personales que debe
enfrentar Everdeen; en ocasiones se ve obligada a debatirse entre su misión
para salvar a los ciudadanos de Panem y su interés por rescatar a su compañero
sentimental, Peeta.
No es
la mejor película del mundo, eso está claro, pero sí es una oportunidad para
recibir un buen par de horas de entretenimiento y al mismo tiempo darse a la
tarea de pensar un poco en la crítica al sistema que subyace en la trama. Mockingjay
es mucho más política que las dos primeras partes de estos Juegos, en ella vemos
recreada, con mayor énfasis, la manipulación que ejercen los medios de
comunicación al servicio de regímenes políticos y sistemas económicos inescrupulosos
que esclavizan a la humanidad, lo cual podría servir para que en la vida real
nos animáramos a gestar una revolución similar… mentira, esto último es materia
para otro artículo.
Vale
la pena destacar que luego de la última escena, la pantalla se oscurece no sólo
para recibir los créditos, también para dar paso a la voz zumbante de la
cantante Lorde, quien pone el cierre dorado a Mockingjay con la canción Yellow
flicker beat.