Con esta nota celebramos el genio de Thom Yorke y la salida de Tomorrow´s Modern Boxes, su nuevo álbum en solitario.
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Quien
haya visto alguna vez a Thom Yorke, ha visto su ojo gacho. El ojo izquierdo de
Thom, como no podía ser el derecho, yace bajo el peso de un párpado que parece
uno de los relojes del cuadro La persistencia de la memoria de Salvador de Dalí.
Un párpado que achina el ojo izquierdo de Thom, y que le hace lucir más pequeño
que el otro, según dicen, a causa de una parálisis facial de nacimiento.
Sin
embargo, a lo largo de 46 años, el ojo gacho de Thom ha demostrado ser todo
menos un defecto. Basta reparar en él con detalle en el video de “No surprises”,
(ese gran tema de Radiohead, en el que a Thom poco a poco lo sumerge el agua)
para darse cuenta de cuál es la verdadera naturaleza de ese ojo gacho, de ese
oráculo semi-escondido entre un arbusto de grasa, piel y pestañas.
El ojo
gacho de Thom es en realidad el nervio con el que este músico se conecta a los aparatos con
los que fabrica su arte, sea en cada uno de los álbumes editados junto a Radiohead,
su banda alterna Atoms for Peace o en sus dos discos en solitario The Eraser y
el recién estrenado Tomorrow’s Modern
Boxes. El ojo gacho de Thom es la entrada que le permite conectar a su
organismo la guitarra eléctrica o a cualquier software musical, para que éstos actúen
un poco como víscera y para que, a su vez, Thom pueda actuar en un porcentaje como
máquina.
El
ojo gacho de Thom es quien en cada grabación o en cada ejecución en vivo de este
músico dice “Ok. Computer” y también
el control remoto de cualquier dispositivo electrónico asociado a las
partituras de este cronista y profeta de la postmodernidad. El ojo gacho de
Thom es también el filtro de su voz, una entrecerrada salida, responsable de
que las notas del compositor de “Karma Police” se emitan al mundo como ese agudo
lamento, a veces sereno, otras rabioso, con las que canta versos acerca de
presente o el porvenir.
El
ojo gacho de Thom ve el futuro y, en el futuro, el ojo gacho de Thom recuerda
nuestro tiempo. Por eso hombres como Thom Yorke son un medio entre lo que es y
lo que vendrá. Su ojo gacho es el eslabón que une el presente de la música a un
constante renacimiento que ocurre a décadas de nuestra fecha y del que recibimos
noticia con cada trabajo musical que edita, solo o acompañado, el líder de
Radiohead.
La
nueva aventura musical de Thom Yorke se titula Tomorrow’s Modern Boxes, su segundo álbum en solitario. Se encuentra
disponible para descarga a través de BitTorrent por 6 dólares, estrategia de
distribución que recuerda a la forma en que se entregó al público el álbum de
Radiohead In Rainbows. A pocos días de su lanzamiento, este nuevo trabajo ya
registra más de un millón de descargas. El albúm puede adquirirse en el
siguiente enlace:
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